viernes, 11 de julio de 2014

PUEBLO DE SACERDOTES, PROFETAS Y REYES



Jesucristo es la Cabeza de la Iglesia, su máximo servidor, pues se entregó por ella.

Cristo murió por amor a los hombres para redimirlos del pecado, se entregó por ellos, vivió para ellos.

Así nos salvó y así nos dejó un ejemplo de lo que debe de ser la vida de los cristianos.

Con el orden sacerdotal, Jesús supo escoger a aquellos para ejercer la autoridad en la Iglesia.

El Papa, los Obispos, los Sacerdotes y los Diáconos han sido constituidos como ministros de su iglesia para guiarla siempre al Padre en el Espíritu Santo.

Pero la Iglesia no la forman sólo ellos, la Iglesia la formamos todos los bautizados, cada uno con su vocación propia.

Todos participamos de la misión de Cristo, todos somos sacerdotes, profetas y reyes.

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