La resurrección de Jesús es
la confirmación y el fundamento de nuestra fe.
Con la resurrección, Cristo
demuestra que es verdaderamente el Hijo de Dios.
Por la resurrección,
Jesucristo nos abre una nueva vida.
A los cuarenta días de su
resurrección, Cristo subió a los cielos.
Jesucristo está sentado a la
derecha del Padre.
Dos mil años después, sigue
vivo y su palabra resuena clara en nuestros oídos.
“Yo estaré con ustedes todos
los días hasta el final de los tiempos”
Cristo se apareció a sus
apóstoles en el Cenáculo.
Comió y bebió con ellos, le
permitió al apóstol Tomás que sus dedos tocaran sus heridas.
Es necesario transmitirle al
mundo todas estas experiencias de la resurrección.
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