sábado, 20 de diciembre de 2014

¿PORQUÉ JUZGAMOS?



En la vida de todos los días cometemos errores. Cada segundo que pasa se cometen: Asesinatos, adulterios, robos, menosprecios, violaciones, abortos, fraudes. El hombre es débil, es pecador.

Corremos el riesgo de confundir el pecado con el pecador, de juzgar al hombre por su debilidad.

Llevamos en nuestro interior la tendencia de destruir a nuestros hermanos.

El tema de pensar bien de los demás, de perdonar y olvidar todo, no está de moda.

El octavo mandamiento de la ley de Dios nos pide una actitud de sinceridad en nuestro modo de ver a nuestros hermanos.

El falso testimonio se puede entender como ver y declarar, nuestro modo de ver a los demás.

Una buena receta puede ser: Creer todo el bien que se oye y no creer el mal que se ve.  
La vida del hombre es plena cuando de busca hacer el bien a los demás.

Del juicio precipitado se suele pasar a la maledicencia, a comentar con una desgradable las malas acciones de los demás.

viernes, 19 de diciembre de 2014

NUESTRA LIBERTAD



La verdadera libertad, no es la posibilidad de hacer lo que se quiera.

La verdadera libertad, es la capacidad de elegir y hacer el bien por amor.

La libertad física, es la capacidad de estar por encima de los límites físicos. Es la capacidad para moverse.

La libertad interior, es la capacidad de decidir de acuerdo a la propia inteligencia.

La libertad moral, es la capacidad del hombre para optar por los valores morales, de elegir el bien según lo ordene el alma.

La libertad evangélica, es liberarse del poder de Satanás y del pecado, mediante la verdad del Evangelio y la gracia del Espíritu Santo.

La libertad religiosa, es el derecho que tiene cada persona para vivir bien su religión.

Nuestra libertad es el primer elemento de nuestra dignidad como personas.

Para ejercer plenamente nuestra libertad, debemos tener en cuenta la libertad del otro.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

EL MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD



¿Qué podemos decir del Misterio de la Santísima Trinidad?

Primero, que es un misterio.

Segundo, que fue Cristo quien nos lo reveló y quedó plasmado en el Nuevo Testamento.

Tercero, que es un misterio que toca directamente nuestra incorporación a la vida cristiana y que está directamente relacionado a nuestra salvación.

Cuarto, que no se trata de una Unidad y una Trinidad en sentido numérico.

Quinto, que este maravilloso misterio nos acerca a Dios.

Sexto, recordar que la Santísima trinidad nos dice: “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada en él”

martes, 15 de julio de 2014

LAS TRES MISIONES DE LA IGLESIA



La Iglesia es fruto del amor de Dios a los hombres.

Es un amor que busca que todos los hombres se salven.

La iglesia es un puerto seguro al que podemos llegar para conocer todo lo que Dios nos ha revelado.

Cristo escogió a sus apóstoles y los instruyó durante tres años.

Les encomendó la misión de predicar su doctrina y dar testimonio de la triple misión de la Iglesia: Enseñar, santificar y gobernar a los fieles.

La misión de enseñar consiste en el derecho y el deber que tiene de enseñar y defender la doctrina de Cristo.

La misión de santificar consiste en procurar la santificación de las almas.

La misión de gobernar en la Iglesia la entendemos a partir del modelo del Buen Pastor. Cristo cuida a sus ovejas, las defiende y las lleva hacia el camino de la felicidad.

Cristo fundó la Iglesia con hombres y para hombres ya que Él no iba a permanecer para siempre con nosotros

lunes, 14 de julio de 2014

LA RESURRECCIÓN DE JESÚS



Jesús se aparece a aquellos que ama.

La resurrección es una gracia que quiere llegar directamente a la conversión, de todos los que creen en Él.

Los fariseos hicieron creer que los discípulos de Jesús, entraron en el sepulcro y se llevaron el cadáver.

El sepulcro vacío que los apóstoles encontraron en la mañana de la Pascua es el signo de la resurrección.

Cristo se apareció a sus apóstoles en dos ocasiones en el cenáculo.

Con la resurrección, Cristo demuestra que verdaderamente es el Hijo de Dios.

Por la resurrección, Jesucristo nos abre a una vida nueva.

Nos enseña que estamos llamados a vivir con Él, esa vida nueva.

Por eso, Jesús vive en cada uno de nosotros. 

viernes, 11 de julio de 2014

PUEBLO DE SACERDOTES, PROFETAS Y REYES



Jesucristo es la Cabeza de la Iglesia, su máximo servidor, pues se entregó por ella.

Cristo murió por amor a los hombres para redimirlos del pecado, se entregó por ellos, vivió para ellos.

Así nos salvó y así nos dejó un ejemplo de lo que debe de ser la vida de los cristianos.

Con el orden sacerdotal, Jesús supo escoger a aquellos para ejercer la autoridad en la Iglesia.

El Papa, los Obispos, los Sacerdotes y los Diáconos han sido constituidos como ministros de su iglesia para guiarla siempre al Padre en el Espíritu Santo.

Pero la Iglesia no la forman sólo ellos, la Iglesia la formamos todos los bautizados, cada uno con su vocación propia.

Todos participamos de la misión de Cristo, todos somos sacerdotes, profetas y reyes.

jueves, 10 de julio de 2014

CRISTO NOS REVELA A LA SANTÍSIMA TRINIDAD



Cristo ha hecho un gran esfuerzo durante su vida terrena por darnos a conocer cómo es Dios. 

Y nos ha hablado concretamente de que el Padre es el Creador de todo y el Espíritu Santo es el que, después de su muerte y resurrección, nos seguirá conduciendo a la salvación.

Los cristianos nunca hubiéramos llegado al conocimiento de la Santísima Trinidad si Cristo no lo hubiese revelado, si no nos hubiese hablado, Él mismo de ello.

Dios, en sus tres personas, interviene activamente en la historia de la salvación de cada hombre. 

En primer lugar, el Padre nos crea y nos da la misión de dominar la tierra, pero cuando se presenta la realidad del pecado se hace necesario el envío de un salvador: 

Cristo, el mismo Dios se hace hombre para poder redimir, salvar a los hombres, Cristo hace un acto grandísimo de obediencia, la muerte en la cruz, para reparar la tremenda desobediencia que el hombre había cometido frente a los planes de Dios. 

Al morir no nos puede dejar solos, porque no encontraríamos la salvación. Dios viene de nuevo, permanece de nuevo junto al hombre en el Espíritu Santo que está en cada uno de los bautizados.

Cuando hablamos de un solo Dios verdadero y tres personas divinas, entendemos por persona divina una relación de amor que tiene existencia en sí misma. 

De este modo el término persona divina significa relación que existe por sí misma, que subsiste por sí misma. 

HOMBRE DE POCA FE



Desde el momento que nacemos, necesitamos la asistencia de otras personas para vivir.

Un niño aislado, abandonado muere en pocas horas.

El ser humano necesita siempre de otro ser humano.

La fe es un acto absolutamente personal como el nacer.

Es la respuesta libre del hombre a la iniciativa de Dios que se revela.

La fe no me la doy yo, sino que la recibo de Dios a través de alguien.

El creyente que ha recibido la fe tiene la responsabilidad a transmitirla a otro.

La fe se recibe con el sacramento del Bautismo.

Nuestra fe en Dios se desarrolla en el seno de la Iglesia.

La Iglesia es la guardiana del depósito de la fe. 

sábado, 5 de julio de 2014

LA DIVINA PROVIDENCIA



En la iglesia llamamos Divina Providencia al cuidado y gobierno que tiene Dios en sus criaturas, a las que dirige  convenientemente hacia su fin último: Dios no se contenta con un acto supremo de amor en la creación, sino que busca mantenerse en esa relación de amor en la creación por lo que:

Nos mantiene en la vida

Nos da los medios materiales para subsistir.

Nos ofrece la gracia y todo tipo de ayudas espirituales para mantenernos en unión con Él.

La preocupación de Dios es que el hombre alcance su perfección y felicidad. La Providencia es la fuerza de Dios que orienta al hombre en todo momento, especialmente en lo que se refiere al uso de su libertad, para alcanzar la victoria en la vida; la felicidad temporal y eterna. La Providencia conduce según un determinado orden establecido, por su sabiduría y amor, para que todos los seres alcancen el fin para el cual fueron creados.  

La Providencia de Dios consiste, en primer lugar, en el hecho de la conservación de los seres. La creación no es una especie de reloj que se hecha a andar y se abandona en el olvido.
Jesús nos pide un abandono filial en la Providencia del Padre celestial que cuida las más pequeñas necesidades de sus hijos. No andes buscando que vas a comer, que vas a beber, solo pídele la Divina Providencia.

miércoles, 25 de junio de 2014

CREO EN EL ESPÍRITU SANTO, SEÑOR Y DADOR DE VIDA

¿Cómo se hace presente el Espíritu Santo?



El Espíritu Santo está presente en nuestra vida cotidiana, aunque su voz sea solamente un susurro.




El Espíritu Santo actúa como impulsor a la obediencia de nuestra fe.




El Espíritu Santo es la persona de la Santísima Trinidad que nos despierta la fe en nuestro camino como hombres.




El Espíritu Santo es además luz, es el iluminador del entendimiento.




Han sido santificados, han sido justificados por el Espíritu Santo. Él los ayuda en sus flaquezas. Él intercede por todos nosotros.




El Espíritu Santo se hace presente en nuestra vida, por primera vez en el sacramento del bautismo y más tarde, de un modo especial en la confirmación. 

jueves, 29 de mayo de 2014

LA FAMILIA ES ÚNICA



Lo que se vive en la familia influye en cada uno de sus miembros, pero también en las familias cercanas, en la sociedad. Construir la propia vida familiar en el amor, hará crecer la vida en la sociedad. Por ello la Iglesia católica siempre ha hablado de la familia como núcleo y célula de la sociedad.

La familia es la célula primaria de la sociedad, el elemento natural y fundamental de la misma. La sociedad de concibe como un cuerpo vivo, compuesto de pequeñas unidades vivas; cada familia. Un organismo compuesto de millones de células, se desintegra y corre peligro de muerte si alguien ataca la pequeña unidad celular. Si la célula familiar está en problemas, la sociedad estará también en problemas.

Pero la familia es cimiento sobre todo en sentido moral, pues dentro de casa se ejercitan y desarrollan las virtudes y deberes fundamentales que constituyen la trama de una vida social rectamente ordenadas: los padres ofrecen la autoridad, el ejemplo, los consejos; los hijos aportan su escucha, su diálogo, su cariño y todos juntos colaboran con el bien común. Los grandes valores morales como son: el respeto, la honradez, la bondad, la ayuda desinteresada, las relaciones afectivas encuentran su mejor campo de cultivo y desarrollo de la familia.

La familia debe vivir de manera que sus miembros aprendan el cuidado y responsabilidad respecto de los pequeños y mayores, de los enfermos o disminuidos y de los pobres.

La imagen del padre como la persona que da bienestar material a la familia es muy rica. Todo lo bueno puede entrar en una justa escala de valores.

El lugar de la madre es complementario a la del padre, no se es mujer por una parte y madre por la otra. La función educativa y formativa de la mujer y su función materna es algo que el hombre busca incluso en su madurez. El hecho de que la mujer sea considerada como una ayuda para el hombre, no implica subordinación. Significa más bien que no ha sido creada simplemente para sí misma y que su capacidad de intuición y de sensibilización con los problemas de los demás, le confiere un puesto privilegiado en la familia.

Queda una misión importante para realizar el plan de Dios sobre la familia, sobre la sociedad: la atención de los ancianos. Mientras en los pueblos de gran tradición familiar las decisiones las tomaban los ancianos, lleno de experiencia y madurez ahora, en nuestra sociedad se debe respetar las opiniones de los abuelos, pero actuar con cordura y criterio.

La familia es única, monogámica, heterosexual e indisoluble.  

lunes, 19 de mayo de 2014

DIOS ES ÚNICO



La antigua tendencia de buscar a un dios en cada fenómeno de la naturaleza llevo al ser humano en darle distintos conceptos: dios del fuego, dios de los oceános, dios del sol, dios de la luna, sigue presente en nuestros tiempos.

Cuando el hombre, ser religioso por naturaleza encauza bien sus inquietudes espirituales, su tendencia hacia un Dios, cae fácilmente en la materialización de Dios, es cuando hace un Dios a la medidad humana.

La proclamación que hacemos en el Credo, nace de la consideración de un Dios verdadero, real. No podemos considerar a Dios como un ser más entre otros seres po9derosos, ni concebirlo con las pasiones y las deficiencias de los hombres, ni pensarlo como una fuerza de la naturaleza.

Para ser creador del hombre, Dios tiene las mismas cualidades, pero en grado sumo: tiene que ser un Dios personal, definido, determinado, verdad, belleza y bondad absolutas.

Adorar a un único Dios significa hacerle Señor único de nuestra vida. En la religión Católica toda proclamación de fe es una proclamación de vida. Pronunciar el nombre de Dios es aceptarlo como Señor de un amor total. Porque Dios no quieres estar presente solamente en la cración, sino desea ser el Señor del corazón del hombre.

viernes, 16 de mayo de 2014

LA UNIDAD DE LA IGLESIA



La Iglesia no es Cristo sólo, o el Papa, o los sacerdotes. La Iglesia es la unión de todos los fieles co Cristo, quien es la cabeza de la Iglesia y nosotros, los bautizados somos su cuerpo.

Cristo siempre nos ha querido unidos. Él nos ha dicho: “Que si los sarmientos no permanecen en la vid, este no dará fruto”

Cristo no quiere sólo los pies, ni sólo la cabeza, quiere todo, quiere todo el cuerpo de la Iglesia unido, porque solamente así podremos nosotros, como cristianos hacer algo por Él.

De esta unidad participa la Iglesia y cada uno de sus miembros como Cuerpo de Jesús. La Iglesia es todo para todos y una con todos.

La Iglesia viene preparada desde la Antigua Alianza. Dios elige un pueblo que convierte en heredad. 

La Iglesia nace con Cristo. El busca apóstoles que sigan con su obra. Cada miembro de la Iglesia es llamado personalmente por Cristo para participar en ella. 

martes, 22 de abril de 2014

LOS NOMBRES DE JESUCRISTO



En la Anunciación, el ángel del Señor. Le dijo a María: “Concebirás y darás a luz un Hijo al que le pondrás por nombre Jesús, que significa El Salvador”

Jesús se llamó a si mismo y muchos lo llamaron Cristo, que quieres decir el Ungido. Cristo es la traducción griega del término hebreo Mesías, es decir, aquel que vendrá al mundo con la promesa de liberar a Israel de sus enemigos. Eran ungidos con aceite y perfume los que tenían una misión especial de Dios.

Su padre lo llamaba: “Mi Hijo muy amado” Así lo hace saber en varias partes de los evangelios, especialmente en el momento del bautismo.

Él mismo se llamaba con otros nombres para que sus apóstoles y discípulos entendieran mejor lo que había venido a hacer en este mundo; se llamaba a sí mismo: “Hijos del hombre” “Buen pastor” “Vid” “Resurrección y vida”

Todos estos nombres nos dan a entender la importancia que Cristo debe de tener en nuestras vidas, es decir, camino de felicidad para el hombre, y como Dios se pone al servicio del ser humano.

El mesianismo de Cristo no fue bien comprendido por los judíos de su tiempo, quienes esperaban un jefe político o militar que los liberara del poder romano.

Los judíos se encontraron ante un Mesías que predicaba y vivía el servicio y el amor.

domingo, 30 de marzo de 2014

ELEVEMOS NUESTRA MENTE Y NUESTRO CORAZÓN A DIOS



Nuestra oración de súplica y agradecimiento se dirige siempre a Dios.

Cuando rezamos a Dios Padre, a Dios Hijo o a Dios Espíritu Santo, lo hacemos a un solo Dios.

No se trata de tres individuos diversos, como tres cosas materiales o tres personas con tres cuerpos diferentes, sino como tres relaciones que subsiten por sí mismas.

Este maravilloso misterio de la Trinidad, está en el centro de la predicación de Jesús. Cuando Cristo habla  de la presencia de Dios en el alma.

Jesús dijo: "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él"

Ayudar al hombre en el camino de la salvación se hace de manera común por las tres personas de Dios: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo.

viernes, 28 de marzo de 2014

EL RELATO DE LA CREACIÓN



La cración está relatada al inicio del libro del Génesis o libro de los orígenes. En él se cuenta la historia inicial del pueblo de Dios.

Su primer texto es la historia de la creación del cosmos. Dios creó el mundo en seis días: En el primero creo la luz, que separó de las tinieblas.

En el segundo, el firmamento separando las aguas superiores de las inferiores.

En el tercero separó la tierra del mar y la hizo producir plantas.

En el cuarto hizo el sol, la luna y las estrellas.

En el quinto Dios hizo los peces y las aves.

En el sexto formó los animales terrestres y al final creo al hombre.

El misterio de la creación es el fundamento de la historia toda del hombre. y es una historia de salvación, es el camino que va de Dios al hombre y del hombre a Dios.

La Sagrada Escritura no pretende darnos una descripción científica del origen del hombre, como tampoco pretende una exactitu matemática en cuanto a los lugares, los tiempos y el orden concreto de la creación.

viernes, 21 de marzo de 2014

EL DON DE LA VIDA



La vida humana es un don de Dios. El hombre tiene derecho a la vida, en cuanto Dios se la ha dado y nadie puede interferir en ese derecho.

Cada ser humano es único e irrepetible. Cada uno de nosotros somos un proyecto estupendo de Dios.

El hombre es al mismo tiempo libre y responsable. Nuestra vida no es fruto de la casualidad o de un ciego fatalismo, sino que proviene de un acto de amor del Creador.

Desde el momento preciso de la concepción del ser humano se verifica un designio misterioso de Dios que actúa a través del hombre y de la mujer.

Desde el momento en el cual el óvulo es fecundado se ignaura una nueva vida  que no es la del padre o de la madre; sino la vida de un nuevo ser humano que se desarrolla por su cuenta propia.

El nuevo ser que viene está llamado a ser signo de esperanza para el mundo. Siempre es un gran regalo.

Debemos de promover la seguridad de la persona que está por venir al mundo.

LAS PERSECUSIONES



La primera persecusión comenzó con la acusación oficial hecha a los cristianos de ser un crimen orrendo: El incendio de Roma

En el siglo III las persecuciones tomaron un nuevo cariz. La primera de esta persecusión siguió al edicto dado por Decio en el año 246 d. C. ordenando a todos los habitantes del Imperio que participaran personalmente en el sacrificio general en honor de los dioses patrios.

En el año 257 d. C. el emperador Valeriano promovió una nueva persecusión. La resistencia cristiana fue mucho más firme.

La mayor persecisuión fue sin duda la última, que tuvo lugar a comienzos del siglo IV. La persecusión fue muy violenta e hizo muchos mártires en la mayoría de las provincias del imperio.

El avance del cristianismo no se interrumpió tras la muerte de Constantino, si se exeptúa el frustrado intento de restauración pagana por Juliano el Apóstata..

  

martes, 18 de marzo de 2014

CONCEPTOS DEL PECADO ORIGINAL



El pecado original consiste en una desobediencia al plan de Dios motivada por la mentira del diablo y por la soberbia del hombre.

Todo pecado es una mentira.

El pecado original ha dejado profundamente herida a la naturaleza humana

En el pecado de nuestros primeros padres está el del género humano, el de la naturaleza humana. El acto del pecado de Adán y Eva como estado de caída y tendencia al mal en el resto de los individuos del género humano. Sólo en la doctrina del pecado original, se entiende la debilidad natural del hombre.

Dios saca un bien del mal. Del pecado original surge la promesa de un salvador.

Sabemos por la revelación, que Adán había recibido la santidad y la justicia originales no para él, sino para toda la humanidad.

Por un hombre perdemos el cielo, pero por un hombre lo volvemos a encontrar.

viernes, 21 de febrero de 2014

LOS MISTERIOS DE CRISTO



EL NACIMIENTO
Jesús ha sido el único hombre que pudo escoger su lugar y su forma de nacer. Prefirió un establo, en la soledad y solo fue acompañado por unos pastorcillos.

SU EPIFANÍA
La Epifanía es la manifestación que recibe de parte de unos magos venidos de oriente quienes llegaron para adorarlo.

LA PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO
A los cuarenta días Jesús fue presentado en el templo y cuando María y José entraban al lugar, un hombre, llamado Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios.

LA HUIDA A EGIPTO Y LA MATANZA DE LOS SANTOS INOCENTES
Nada más nació y Cristo fue motivo de persecusión. Jesús representaba una amenza para Herodes que creyo ver enpeligro su reino. Herodes mandó matar a todos los niños de Belén menores de dos años.

SU VIDA OCULTA
De los treinta y tres años que Cristo pasó en este mundo, treinta los vivió en su casa de Nazaret. Se le llama oculta porque los Evangelios no nos ofrecen datos particulares de esos años.

EL NIÑO PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO
Cuando Jesús tenía doce años Jesús acompañó a María y José a Jerusalén para el festejo de la Pascua judía. Al regresar a Nazaret se dieron cuenta que el Niño no los acampañaban, entonces regresaron por Él y lo hallaron en el templo.

BAUTISMO DE JESÚS
A orillas del río Jordán se encuentra Juan el Bautista bautizando a los pecadores, a los fariseos, a las prostitutas, ahí también esta Jesús en medio de la muchedumbre. Con este hecho expresa con una gran humildad cual es la voluntad del Padre.

LAS TENTACIONES DE JESÚS EN EL DESIERTO
Después de ser bauitizado, impulsado por el espíritu, fue llevado al desierto donde permaneció en oración y sacrificio durante cuarenta días. Al salir del desierto Cristo fue tentado por el demonio.

LA PREDICACIÓN DEL REINO DE DIOS
Jesús habla siempre de un nuevo reino al que están llamados a participar todos los hombres. Este reino cimienza en la tierra y se prolonga por toda la eternidad.



martes, 4 de febrero de 2014

LA PAZ



¿Tengo paz conmigo mismo?


La paz consigo mismo es una decisión espiritual.


La paz de la familia debe de fundamentarse en el amor recíproco.


Cuando creo que sufro una injusticia ¿Me quedo cavilando hasta pereder la paz en mi interior?


La paz es obra de la justicia.

Los hombres y los pueblos, pueden defenderse incluso con el ataque, en caso de extrema necesidad, buscando siempre el mejor bien para si mismos y para los demás. Se debe de aplicar ciertos criterios de prudencia para actuar con justicia.