La religión es una actitud de la persona que busca unirse a Dios.
La religión católica nos enseña a orar, a dar nuestra vida a Dios y a vivir en la caridad.
La religión católica es la verdadera por la fuerza de nuestra fe en ella, porque cuenta con la vida de Cristo y con dones especiales como los Sacramentos y el Papa.
La religión católica nos convierte en testimonio de vida.
La religión bien comprendida es la brújula que orienta nuestro camino sobre la tierra.
Todos estamos acostumbrados a viajar y queremos hacerlo con la máxima comodidad. El viaje hacia Dios comienza con la oración.
El cristiano que vive de acuerdo a su propia dignidad es capaz de cambiar el mundo y dejar tras de sí, una luz que transforma a los corazones.
El mismo Cristo nos ha dicho que Él, es el camino, la verdad y la vida.
Jesús ha hecho siempre el bien, ha sembrado la felicidad, ha vencido la muerte y nos ha preparado un lugar en el cielo.
Ser pequeño delante de Dios es orar, ser pequeño y orar son dos cosas que forzosamente van juntas.
Estar seguro es una consecuencia del amor. Amar se da siempre como un riesgo. No se tienen garantías racionales. Aquí está la belleza de la fe.
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