lunes, 26 de mayo de 2008

FIDELIDAD A CRISTO


La fidelidad a la iglesia es condición esencial para una vida cristiana.

El ser cristiano exige un sacrificio: Seguir a Cristo en el camino de la cruz.

La obediecia a la iglesia mantiene unido al cuerpo místico de Cristo.

Ser fiel a Cristo es dirigirse a la santidad, esto es, no simplemente alejarse del pecado, sino edificar la vida en la imitación de Cristo.

La muestra de amor más grande que nos dejó Jesucristo fue la de su muerte en la cruz, porque con esta acción nos salva del pecado.

Los cristianos reconocemos en el vicario de Cristo al Papa, el encargado por Jesucristo para guiar a su pueblo.

La religión es la virtud que nos lleva a dar a Dios el culto debido como Creador y Ser supremo.

Cuando nos acercamos a la Eucaristía, estamos siendo invitados a ser otro Cristo en la propia vida.

Al perder el sentido del dolor, se pierde también el sentido de la eternidad. El dolor y el sufrimiento son efímeros, en todo caso terminan con la muerte. Pero la vida eterna es para siempre, es la plenitud de Cristo.

El cristiano que no sufre, no queda liberado en la tierra de su sufrimiento, sino de la pena de sufrir en vano. Sabe que no pierde el tiempo cuando está inmovil, enfermo en cama o cuando ha fracasado una obra importante a sus ojos.

La iglesia y el Papa, nunca guardan silencio ante los problemas de la vida. Enseña lo que ha aprendido de Cristo y lo ha conservado por dos mil años.

No hay comentarios: