sábado, 24 de mayo de 2008

LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA


Tanto las personas como las sociedades están llamadas a cumplir una vocación cristiana, esto es, a transformarse a imagen de Cristo.

En la comunidad humana los hombres estamos llamados a formar una fraternidad, una comunión amorosa entre todos.

Las sociedades se organizan bajo un nombre determinado. Éste orden debe ser jerárquico, personal y responsable.

El fin de una sociedad tiene que ser el hombre mismo.

Los hombres contamos con la ayuda de la gracia. Es preciso que cada uno abra la puerta a la luz de Dios permitiendo a ésta iluminar el camino que lo lleva a Él.

Los apóstoles, al anunciar el evangelio, lo estan predicando, es la nueva dignidad del hombre.

La iglesia ordenada al fin último de los hombres, enseña a sus fieles el sentido de justicia en el uso de los bienes terrenos como un medio eficaz para conducir a los hombres a dicho fin último.

A principios del siglo XIX surge el libealismo económico, para este sistema, el principio de la economía, es una idea individualista de la libertad.

Las ideas del socialismo marxista-leninista concede importancia a los medios de producción.

El neoliberalismo surge como una respuesta al liberalismo donde el mecanismo de mercado es como una función de servicio.

La iglesia expresa un juicio moral, en materia económica y social, cuando lo exigen los derechos fundamentales de la persona o la salvación de almas.

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